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Vicente Carducho en el Paular

Serie Cartujana 1626-1632

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Serie Cartujana

El 29 de diciembre de 1626 Vicente Carducho (h.1576-1638) firmó con el entonces prior Juan de Baeza, el contrato para acometer la serie más completa y ambiciosa jamás realizada sobre la orden de los cartujos: un conjunto de cincuenta y seis lienzos de grandes dimensiones pensados para el claustro mayor de la cartuja de El Paular, que gozaba todavía del favor real que auspició su fundación en 1390 por la casa de los Trastámara, tal como se refleja en el encargo que incluía un escudo del monarca Felipe IV (1605-65) y otro de la orden, representados en dos lienzos menores actualmente desaparecidos. La serie, compuesta por 56  cuadros de  9 m2 cada uno,  fue realizada entre 1626 y 1632, auxiliado por sus discípulos

Bartolomé Román (1596-1659) y Félix Castello (nieto de Bergamasco).

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Vicente Carducho

Nacido en Florencia llegó a España en 1585, junto a su hermano, el también pintor Bartolomé Carducho (h. 1560-1608), como ayudantes de Federico Zuccaro (1540-1609) en las decoraciones del monasterio del Escorial. Formándose en la principal cantera del arte español de finales de s. XVI, Gozó de gran influencia hasta la llegada de Velázquez, lo que no impidió que siguiera siendo un referente, publicando uno de los tratados artísticos más importantes del s. XVII, sus célebres Diálogos de la Pintura.

"La Serie Cartujana " está considerada su obra maestra, pero son destacables La victoria de Fleurus, La expugnación de Rheinfelden o el El socorro de la plaza de Constanza expuestas en el Museo del Prado.

San Bruno y los Cartujos

La colección se compone de cincuenta y cuatro telas que se dividen en dos grupos: las ventisiete primeras ilustran la vida del fundador de la orden, san Bruno de Colonia (1035-1101) desde el momento que declina ser arzobispo y se retira a los montes de la Chartreuse (Francia), hasta su muerte y primer milagro póstumo. El segundo grupo narra la vida de la Orden: retiro a paisajes solitarios, vida de humildad, mortificación y penitencia. El ciclo se cierra con un grupo de escenas “heróicas” sobre la persecución y martirio padecidos por la orden en los siglos XV y XVI.

La serie refleja fielmente la predilección de la religiosidad del Barroco por la oración, el martirio, los milagros y las visiones extáticas.

Deterioro y recuperación

Como otros grandes conjuntos claustrales del momento, Carducho concibió los grandes lienzos (3,45 x 3.15 m) como pinturas murales, la exposición a la luz y humedad los deterir¡oró y con la desamortización fueron arrancados y llevados al convento de la Trinidad, pasando a formar parte del Museo Nacional de Pintura y Escultura hasta 1872,  cuando, éste, se fusionó con el Museo del Prado. Sus grandes dimensiones dificultaron su exposición y almacenamiento, por lo que se dispersaron por diferentes museos e instituciones del país. 

 

En el año 2002 el Museo del Prado inició un proceso de recuperación de todo el conjunto, que ha permitido, no solo restaurar las obras, si no también, recuperar su formato original. Lo que, sumado a la restauración del Claustro Mayor de El Paular, lugar para el que fueron concebidos, hoy permite que se pueda admirar la serie en todo su esplendor.

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La recuperación de El Paular

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